La Zona del Silencio

Biología marina en el inodoro

Yo no sé si sea por la enfermada de panza que traigo desde el fin, pero es que ahora les he puesto una atención inaudita a los waters... En serio. Por un momento imaginé (y no debí haberlo hecho) que ser inodoro es estar condenado a ver las nalgas de mucha gente (¡qué miedo!), y me imaginé la oficina donde trabajo... ya no hablemos de los baños públicos o de mercados. No hablemos de todo lo demás, porque hasta Bárbara Mori o Ewan McGregor han de perder el glamour ante los dulces brazos del inodoro.


Lo bueno es que las tazas no tienen sentidos.


¿O si?

¿Y si tienen sentimientos?

¿Y si les preocupa para que están en este valle de lágrimas?

¿Los waters lloran?




Perfiero no pensar.


La ontología en los inodoros es demasiado en este momento de mi vida.





Y pues, ya que estamos en las profundidades filosóficas, me encontré esta reverenda jaladetion ( o en un sentido más amplio de la creatividad, con este invento de hombre blanco ), checa:





"El sistema, denominado "Fish 'n Flush" (tirar de la cadena junto a los peces), permite que cuando se tire de la cadena, los peces ya no se pierdan por el inodoro hacia un destino incierto (¡!) , sino que vivan en el tanque (o sea, ¿viéndoles las nachas a todo el mundo?)."





Qué tal. Y hay más:



"Fabricado en un resistente material acrílico, el acuario permite tener escorpiones o reptiles, "en el caso de que no te gusten los peces", aunque se recomienda acudir a una tienda de animales "para ser aconsejado sobre la mascota idónea".





¿No podremos meter ahi a la gente que me cae gorda?





Ahhh... el water de los pescaditos cuesta 299 dolarsss. Ahi por si se animan.

Mmmm... creo que quiero ser una excéntrica millonaria cuando sea grande.

publicadas por La Zona del Silencio @ 6:50 p.m.