domingo, enero 14, 2007

Fragmentos de una noche que se quedó sin luna



Un capullo de latón se apodera de mis labios
como los grillos de la noche.
Se alimenta en silencio
Y crece
Lento.

La señora de plata
Asoma su esqueleto.

Me mira.
Me está mirando.

Una bocanada de aliento.
cae en el espacio como una hoja.
En cámara lenta.
Ha nacido de nuevo.
Y he muerto yo.

Ha dejado su velo en mi rumbo
y me viste de luna.

Tengo frío.

Me deslizo por las callejuelas
En busca de calor.

Tengo sed de vida roja.
Y en tanto, el viento sin luz grita secretos
que no puedo resistir...

Lo veo.

Un hacha en sus brazos duros como metal.
Y el sonido seco cae en intervalos.
El leñador ha salido solo. Como siempre.
Una gota de sudor moja el trozo de madera trémula
Mis uñas tiemblan por surcar el océano de esa espalda
Se erizan
Un respiro que no termina.
Y entonces el golpe
que termina con el frio nocturno.
Un golpe seco.
Perfecto. El silencio grita.

Mi cabeza se parte en dos
Agonizo en la madrugada
Me escondo en el horizonte.
El hombre con hacha corre, despavorido.
La noche grita, desesperada:
¡Qué detengan al asesino!
¡Ha dejado a la tierra sin luna!

1 Comentarios:

A la/s 9:37 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

Da gusto leerte de nuevo asi, que ese placer de seguir en cada palabra gotas de vida escrita hacia la realidad sea permanente. lmrj.

 

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